El cambio climático representa un determinante crítico en la epidemiología global de enfermedades transmitidas por el agua. Los mecanismos de transmisión se ven fundamentalmente alterados por tres factores climáticos principales:
Aumento de temperaturas: Acelera la tasa de reproducción de patógenos en el agua, permitiendo que virus, bacterias y parásitos completen ciclos de infección más rápidamente. Temperaturas más cálidas también expanden el rango geográfico de vectores como el Aedes aegypti (mosquito del dengue), permitiendo que colonicen áreas previamente demasiado frías para su supervivencia.
Fenómenos extremos: Inundaciones intensas mezclan agua potable con heces, aguas residuales y escombros contaminados. Sequías prolongadas concentran patógenos en volúmenes de agua reducidos, aumentando concentraciones de microorganismos peligrosos.
Alteración de patrones de precipitación: El aumento de agua estancada crea criaderos para mosquitos (especialmente después de lluvias o durante sequías que generan acumulación en viviendas).
En Perú, este vínculo es evidente: en 2023, durante el evento de El Niño, el país experimentó 192,000 contagios de dengue (más del triple que 2022), con Lima registrando un incremento de 2,833% en casos respecto a 2022. Las temperaturas elevadas y lluvias intensas aceleraron la reproducción del mosquito vector.
Enfermedades Hídricas Críticas en Contextos Climáticos
Cólera:
Es la enfermedad transmitida por agua más severa en emergencias climáticas. Causada por la bacteria Vibrio cholerae, se transmite mediante consumo de agua o alimentos contaminados con heces de personas infectadas. Produce diarrea acuosa grave y deshidratación con síntomas entre 12 horas y 5 días.
Durante inundaciones post-huracán, el acceso interrumpido a agua potable y sistemas de saneamiento no funcionales crean condiciones perfectas para brotes. Tras inundaciones en Pakistán en 2022, se registró un brote de dengue sin precedentes en mosquitos que se expandieron a áreas donde antes no existían.
Enfermedades diarreicas agudas (EDA):
Producidas por virus (rotavirus, norovirus), bacterias (E. coli productora de toxinas, Salmonella, Campylobacter) y parásitos (Giardia, Cryptosporidium). Afectan especialmente a menores de 5 años, siendo responsables de malnutrición crónica en el 50% de casos mundiales de desnutrición cuando se prolongan.
Leptospirosis:
Transmitida por contacto con orina de roedores en agua contaminada. Las inundaciones aumentan exposición, especialmente en zonas urbanas pobres con infraestructura deficiente. Europa documentó múltiples brotes (Copenhague 2011) tras eventos climáticos intensos.
Hepatitis A:
Virus transmitido por agua fecal-oral, frecuente en zonas con saneamiento deficiente. Causa inflamación hepática grave con períodos de incubación de 15-50 días.
Vibrio (en aguas marinas y salobres):
Bacterial patógeno que prolifera en aguas cálidas (marinas y salobres). La OMS identifica a Vibrio spp. como el peligro biológico con mayor probabilidad de ser exacerbado por cambio climático, con impacto potencial mayormente grande en salud humana. Se proyecta incremento significativo en Mar Báltico y Mar del Norte a medida que temperaturas oceánicas suben.
Poblaciones Más Vulnerables
Niños menores de 5 años:
Grupo prioritario de riesgo. En Huancavelica (Perú), durante la temporada de lluvias de 2023-2024, se registraron 182 casos de neumonías en menores de 5 años y 304 en adultos mayores, siendo estos los dos grupos más vulnerables. Las diarreas recurrentes por agua contaminada causan malabsorción de nutrientes, desnutrición crónica y retrasos en el desarrollo neurológico irreversibles.
Gestantes:
Especialmente vulnerables a arsénico en agua potable (contaminante común en regiones andinas como Tacna, Perú). La exposición durante embarazo se asocia con bajo peso al nacer, partos prematuros y pequeño para edad gestacional, con efectos que persisten durante toda la vida de la hija/o.
Adultos mayores (>60 años):
Inmunidad comprometida aumenta gravedad de infecciones. En Huancavelica registraron 304 casos de neumonías (1.67 veces más que niños) durante temporada de lluvias.
Poblaciones en contexto migratorio:
El 71% de casos de muerte en menores de 5 años en conflictos prolongados son por diarrea transmitida por agua (versus 29% por violencia), demostrando el riesgo extremo cuando se interrumpen servicios de agua y saneamiento.
Poblaciones en inseguridad hídrica extrema:
Aproximadamente 1,420 millones de personas (450 millones de niños) viven en zonas de vulnerabilidad hídrica alta o extrema. En sequías prolongadas, se ven forzadas a beber agua de pozos contaminados con arsénico, fluoruro, bacterias patógenas.
Mecanismos de Impacto de Eventos Climáticos Específicos
Inundaciones:
- Contaminación cruzada de agua potable con aguas residuales y fecales
- Interrupción de plantas tratamiento y redes de distribución
- Daño a cisternas domiciliarias permitiendo infiltración de agua contaminada
- Aumento de agua estancada post-inundación (criaderos de mosquitos)
- Densidad de poblaciones desplazadas en refugios temporales con saneamiento deficiente
- Tasas de mortalidad pueden aumentar hasta 50% en primer año post-inundación
Sequías:
- Concentración de patógenos en volúmenes reducidos de agua
- Presión para usar agua no tratada de pozos privados contaminados
- Colapso de sistemas de tratamiento con suministro interrumpido
- Aumento de temperaturas del agua residual favorece proliferación de patógenos
- Floraciones de algas cianobacterianas tóxicas en aguas superficiales
- Prácticas higiénicas deficientes por escasez de agua para limpieza
Combinación El Niño-La Niña:
En Perú y Ecuador, El Niño causa intensas precipitaciones e inundaciones costeras. La Niña intensifica sequías en sierra sur. En 2023, se proyectó que El Niño afectaría a más de 7 millones de personas, 2 millones de viviendas y 734 distritos (principalmente Tumbes, Piura, Lambayeque, Cajamarca, La Libertad, Áncash).
Sistemas de Vigilancia Epidemiológica Avanzada
Vigilancia de aguas residuales (wastewater surveillance):
Representa una innovación crítica en detección temprana. El monitoreo de patógenos en aguas residuales puede detectar enfermedades hasta un mes antes de que aparezcan tendencias clínicas visibles.
Funcionamiento: Cuando personas infectadas excretan patógenos en orina/heces, estos llegan a sistemas de alcantarillado. Análisis periódicos de muestras de aguas residuales detectan presencia de virus, bacterias y variantes emergentes. Una única planta de tratamiento puede proporcionar información de salud para cientos de miles o millones de personas sin invasión de privacidad.
Aplicación en Perú: El INSP (Instituto Nacional de Salud Pública) está implementando vigilancia de aguas residuales. La Dra. Celia Alpuche Aranda informó que esta vigilancia detecta influenza, virus sincicial respiratorio y COVID-19 independientemente de presentación clínica, permitiendo preparación hospitalaria con 2-3 semanas de anticipación.
Sistemas de alerta temprana (SAT):
Perú implementa SAT para inundaciones, deslizamientos y aluviones en zonas vulnerables. El Proyecto Glaciares 513 (COSUDE) monitorea laguna glacial en Hualcán (Áncash) con sensores en tiempo real, alertando a comunidades minutos antes de eventos catastróficos.
Vigilancia epidemiológica convencional:
Protocolos de vigilancia pasiva y activa de enfermedades transmitidas por agua y alimentos incluyen:
- Notificación inmediata de casos confirmados
- Búsqueda activa de contactos y fuentes de infección
- Muestreo de agua y alimentos sospechosos
- Aislamiento de casos (precauciones entéricas)
- Tratamiento de sintomáticos para evitar deshidratación severa
- Coordinación con laboratorios nacionales para cultivo e identificación de patógenos
Estrategias de Prevención Integradas
1. Intervenciones de agua potable y saneamiento
- Disponibilidad de agua potable: Sistemas resilientes que funcionen durante emergencias, con almacenamiento mínimo de 7 días
- Cloración residual: Mantener cloro residual 0.5-1.0 mg/L en redes de distribución
- Desinfección: Hervir agua (1 minuto), filtración con carbón activado, UV, o desinfección con cloro
- Saneamiento adecuado: Instalaciones sanitarias separadas de fuentes de agua
- Mantenimiento de cisternas: Limpieza profesional mínimo 2 veces al año
2. Manejo ambiental vectorial
Intervenciones comunitarias integradas demuestran eficacia >90% en reducción de vectores. En Ecuador (Cantón Durán), tras intervención comunitaria de 11 semanas:
- Limpieza domiciliaria y eliminación de criaderos: aumento de 47% a 99%
- Sesiones educativas teórico-prácticas con especialistas y comunidades
- Visitas casa-a-casa para identificación de criaderos
- Jornadas comunitarias de limpieza de áreas exteriores
- Identificación y reutilización de materiales que podrían convertirse en criaderos
- Micros informativos divulgados por redes sociales (alcance 91.45% de población)
- Conocimiento post-intervención sobre síntomas: 98.03% reconocía síntomas dengue vs. menor % previamente
3. Capacitación de personal sanitario y comunitario
La OPS/OMS enfatiza capacitación intersectorial (salud, ambiente, vivienda, agua, saneamiento) en:
- Detección y respuesta a brotes
- Manejo de emergencias relacionadas con agua, saneamiento e higiene
- Comunicación de riesgos a comunidades
- Coordinación entre sectores en preparación y respuesta
4. Control químico y biológico selectivo
- Control biológico: liberación de mosquitos Aedes aegypti portadores de bacteria Wolbachia que reduce transmisión viral
- Control genético: liberación de machos estériles
- Fumigación comunitaria focal (no generalizada)
- Uso de insecticidas adulticidas solo cuando índices entomológicos superen umbrales críticos
Protecciones Específicas por Grupo Vulnerable
Para niños menores de 5 años:
- Lactancia materna exclusiva hasta 6 meses (protege contra patógenos hídricos)
- Completar esquema de vacunación: pentavalente, influenza, neumococo
- Control de crecimiento y desarrollo periódico
- Alimentación balanceada con proteína animal, frutas, verduras
- Abrigarse adecuadamente durante lluvias
Para gestantes:
- Análisis de arsénico en agua potable (especialmente en Andes: Tacna, Cajamarca)
- Consumo de agua filtrada o destilada si arsénico >10 µg/L
- Suplementación con ácido fólico (reduce efectos de exposición a contaminantes)
- Seguimiento perinatal especializado en zonas de alto riesgo
Para adultos mayores:
- Vacunación contra hepatitis A y fiebre tifoidea
- Monitoreo de diarrea persistente (puede causar deshidratación severa)
- Acceso preferente a agua tratada
- Evitar alimentos de procedencia dudosa durante emergencias
Regulación y Políticas de Adaptación en Perú
Medidas de adaptación nacional al cambio climático:
Perú cuenta con 31 medidas de adaptación hídrica implementadas o en fase avanzada:
- Sistemas de Alerta Temprana (SAT): Instalación de 147 estaciones hidrometeorológicas automáticas y 120 sistemas mecanizados de aforo
- Vigilancia de calidad hídrica: Diagnósticos en cuencas Quilca-Vitor-Chili, Uchusuma, Caplina, Chira, Mayo, Pampas
- Gestión de riesgos climáticos: Incorporación de escenarios climáticos en otorgamiento de derechos de agua (cuencas Mantaro, Urubamba, Pampas)
- Coordinación multisectorial: Creación de 14 Consejos de Recursos Hídricos de Cuenca
Normativa técnica:
La Norma Técnica de Salud para Vigilancia y Control del Aedes aegypti (DIGESA) requiere que control vectorial sea integral y multisectorial, reconociendo que factores condicionantes se derivan de deficiencias en abastecimiento de agua potable y manejo de residuos sólidos.
Gestión Integrada de Recursos Hídricos (GIRH)
La GIRH ofrece un marco de adaptación para zonas de riesgo climático mediante:
- Enfoque holístico: Reconoce naturaleza completa del ciclo hidrológico y necesidad de manejar compromisos entre usos de agua
- Instituciones eficaces: Fortalecimiento de capacidades institucionales para tomar decisiones informadas
- Gestión adaptativa: Capacidad de predecir, planificar y responder a variabilidad climática
- Combinación de 3 “I”: Información (monitoreo y comunicación), Instituciones (coordinación multisectorial), Infraestructura (sistemas resilientes)
- Balance de 3 “E”: Equidad (acceso universal), Entorno ambiental (sostenibilidad), Economía (financiamiento)
Respuestas de Política Pública Recomendadas
La OMS y agencias internacionales recomiendan:
- Establecimiento de sistemas eficaces de vigilancia con especial énfasis en períodos de alto riesgo (El Niño, temporada de lluvias)
- Refuerzo de normativas y control de seguridad alimentaria y calidad de agua
- Sistemas de alerta temprana y planes de emergencia funcionales
- Capacitación y sensibilización de profesionales de emergencias, salud y salud pública
- Comunicación de riesgos: Información clara a comunidades sobre contaminación potencial y medidas preventivas
- Educación sobre higiene: Campañas sobre lavado de manos, consumo de agua segura, manejo de alimentos
- Contramedidas para poblaciones vulnerables: Protecciones específicas para niños, gestantes, ancianos
La prevención de enfermedades transmitidas por agua en zonas de riesgo climático requiere un enfoque integral multisectorial que combine:
Tecnología: Vigilancia de aguas residuales, sistemas de alerta temprana con sensores, análisis real-time de calidad hídrica
Gestión: GIRH adaptativa, coordinación permanente entre salud, agua, ambiente
Capacitación: Personal sanitario especializado, educación comunitaria, empoderamiento de poblaciones vulnerables
Infraestructura: Sistemas de agua resilientes que funcionen durante emergencias, saneamiento adecuado, plantas de tratamiento
Regulación: Normativas específicas para control vectorial integrado, vigilancia epidemiológica, protección de grupos vulnerables
En contextos como el peruano, donde el cambio climático ya genera eventos extremos predecibles (El Niño, La Niña, sequías), la inversión en estas medidas representa costo-beneficio extraordinario: cada dólar invertido en vigilancia de agua y saneamiento evita USD 4-12 en gastos sanitarios posteriores. Más importante aún, previene muertes evitables en grupos vulnerables —especialmente niños menores de 5 años y gestantes— en zonas climáticamente vulnerables.
