La importancia de la hidratación en verano para prevenir golpes de calor

Durante la temporada de verano, las altas temperaturas pueden generar efectos perjudiciales para la salud, entre ellos los golpes de calor, un trastorno serio que puede poner en riesgo la vida. En este contexto, el Ministerio de Salud (Minsa) de Perú, a través del Instituto Nacional de Salud (INS), ha hecho un llamado a la población a reforzar su hidratación para prevenir estos riesgos. Los nutricionistas del INS sugieren consumir entre 6 y 8 vasos de agua al día, de los cuales al menos 4 deben ser de agua pura, mientras que el resto puede incluir infusiones, refrescos o jugos naturales sin azúcar.

La clave de esta recomendación radica en la capacidad del agua para regular la temperatura corporal y evitar la deshidratación, especialmente durante el verano, cuando el cuerpo pierde grandes cantidades de líquidos debido a la transpiración. En este sentido, la Lic. Gisella Mauricio, nutricionista del INS, destacó la importancia de beber agua de manera constante sin esperar a sentir sed. Según la especialista, la sensación de sed es un indicativo de que el cuerpo ya se encuentra en un estado de deshidratación. Por ello, es fundamental mantener una hidratación continua durante todo el día.

En cuanto a la calidad del agua, la recomendación es optar por agua segura, ya sea hervida o clorada, para evitar el riesgo de infecciones o enfermedades transmitidas por agua contaminada. La nutricionista también recordó que la reposición de líquidos debe ser constante, ya que el agua es el líquido hidratante por excelencia. Beber agua pura regularmente ayuda a contrarrestar la pérdida de líquidos causada por la transpiración y la orina, procesos naturales del cuerpo para regular su temperatura.

El golpe de calor, también conocido como insolación, es un trastorno provocado por el aumento excesivo de la temperatura corporal. Esto ocurre cuando el cuerpo pierde una cantidad significativa de agua y su temperatura supera los 40°C. Este fenómeno generalmente es causado por una exposición prolongada al sol o por la realización de actividad física en ambientes calurosos y mal ventilados. Los síntomas incluyen dolor de cabeza, mareos, fatiga, piel caliente y roja, y en casos más graves, pérdida de conciencia.

Para prevenir los golpes de calor, la hidratación adecuada es clave. El agua ayuda a regular la temperatura corporal y permite que el cuerpo se refresque de manera eficiente. Sin embargo, existen grupos de riesgo que deben tomar especial precaución en cuanto a la ingesta de líquidos.

Grupos de riesgo: niños y adultos mayores

Uno de los grupos más vulnerables es el de los niños menores de seis meses. Para ellos, la lactancia materna exclusiva es la fuente de hidratación adecuada, ya que la leche materna contiene una gran cantidad de agua que cubre completamente sus necesidades. Por lo tanto, no es necesario ofrecerles otros líquidos, como agua o infusiones. La leche materna proporciona todos los nutrientes e hidratación que el bebé necesita, y su consumo frecuente es esencial para su salud.

Por otro lado, los adultos mayores también están en una categoría de riesgo debido a que, con el paso de los años, la sensación de sed tiende a disminuir. Esto puede llevar a una ingesta insuficiente de líquidos, aumentando el riesgo de deshidratación y golpes de calor. Por lo tanto, es importante estimular a los adultos mayores a beber agua regularmente, especialmente en épocas de calor intenso. Las personas que cuidan a adultos mayores deben estar atentas a su ingesta de líquidos, asegurándose de que consuman suficiente agua durante el día.

Consejos adicionales para una alimentación saludable

Además de reforzar la hidratación, la Lic. Mauricio recordó la importancia de seguir los 12 mensajes clave de las Guías Alimentarias para la Población Peruana. Este documento, elaborado por el INS, ofrece recomendaciones para mantener una dieta balanceada y saludable. Entre los consejos más destacados se encuentra la recomendación de incluir frutas y verduras en la alimentación diaria, ya que son ricas en agua y ayudan a mantener una hidratación adecuada. Asimismo, es importante moderar el consumo de carbohidratos como el arroz, la papa y los fideos, para evitar problemas de sobrepeso y otros trastornos relacionados con la alimentación.

En resumen, la hidratación es esencial para mantener una buena salud durante todo el año, pero cobra una importancia aún mayor durante el verano. Beber agua con regularidad, especialmente agua segura, y seguir las recomendaciones alimentarias puede ayudar a prevenir problemas de salud como los golpes de calor. Es crucial que todos, desde los más pequeños hasta los adultos mayores, mantengan una adecuada ingesta de líquidos, especialmente en épocas de altas temperaturas.